Uno
de los primeros libros que me engulló y que, por consiguiente, engullí luego yo
fue La isla del Tesoro, de Robert Louis Stevenson. Como ya sabéis, hace poco
leí Las ciudades y los escritores de Fernando Savater y uno de sus capítulos
iba dedicado precisamente al escocés y en él, Fernando engrandecía por encima
de todas sus obras El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde, por lo que
automáticamente entró en mi lista de libros pendientes.