martes, 21 de mayo de 2019

Cosas que los nietos deberían saber, de Mark Oliver Everett


Durante las pasadas navidades, paseando por una gran librería de Callao, en Madrid, a la búsqueda de un último regalo pendiente, me topé de bruces con un libro cuyo título me impactó al instante: Cosas que los nietos deberían saber, de Mark Oliver Everett. Lo cogí y empecé a investigar si el potencial que el título prometía se confirmaba; entonces leí la contraportada:

«A veces, la belleza me supera y no sé cómo afrontarla. ¿Conoces la sensación? ¿Cuando algo es demasiado hermoso? ¿Cuando alguien dice algo o escribe algo o toca algo que te conmueve hasta las lágrimas, o que llega incluso a cambiarte?»


Sí, me dije, y automáticamente guardé el título entre mis prioridades para futuras lecturas/compras. He de decir que la edición de Blackie Bolsillo es una maravilla y desde un primer momento sentí que aquel libro tenía que leerlo tal y como lo había descubierto: salvaje. Al final, compré otro para mi propósito porque ya tenía la idea preconcebida de cuál iba a ser, pero eso es otra historia.



Hace un par de días terminé Cosas que los nietos deberían saber, de Mark Oliver Everett, y puedo confirmar, sin duda, que todo lo que sentí la primera vez que me encontré con él en aquella librería no fue sino el mejor presagio posible. Qué delicia de libro. Me extrañó que nada más decir a mis amigos -no lectores- que me estaba leyendo el libro, varios de ellos me lo pidieran prestado al acabarlo, y eso que yo tan solo lo había comenzado a leer. Luego lo entendí todo.

Para quienes no lo conozcáis -yo de hecho lo conocí cuando empecé el libro-, Mark Oliver Everett es un excéntrico músico al que la vida le ha dado muchos quebraderos de cabeza. Demasiados se podría decir. Este libro trata precisamente de eso, desde su adolescencia hasta que con el grupo Eels, mundialmente conocido -de aquí que tantos de mis amigos conocieran el libro, pese a que a mí solo me sonaban realmente un par de canciones; ahora lo adoro-, grabaron y editaron el disco Blinking Lights and Other Revelations, el que sería sexto disco del grupo, aunque antes ya había grabado él mismo un par de ellos.

Aviones que se estrellan -muchos, de hecho-, drogas, novias, muertes inesperadas. Una vida llena de imprevistos y sinsabores. Un gran modo de hacernos ver que, al final, toda situación puede llegar a ser incluso peor y que por mucho que creamos que vivimos en un infierno, ni hemos rozado con los dedos el purgatorio. Además de todas estas vicisitudes, Mark Oliver Everett nos introduce en lo que realmente lo ha hecho llegar a ser quien es, su música: en prácticamente todos los capítulos nos cuenta su método de trabajo, su forma de crear e incluso transcribe fragmentos de sus canciones. La evolución de su música con su historia de vida es algo fundamental en este libro y las letras de sus canciones son, la mayoría, alta poesía.


Así empieza el capítulo 14 de Cosas que los nietos deberían saber.

Con un estilo directo, sucio, a veces incluso intimidante, Mr. E consigue introducirnos en el decadente mundo que le ha tocado vivir e insuflarnos de su filosofía de vida. Pero no creáis que todo es un drama detrás de otro, pues el protagonista, narrador y autor es, a la vez, un cachondo mental y combina a la perfección lo sombría de su historia con un humor negro como el carbón pero que nos reconforta. Como bien nos dice: todo lo malo, todas las desgracias que nos tocan vivir, al final, merecen la pena. Y es que, personalmente, me he sentido muy dentro de la historia, casi mimetizado con el protagonista, sufriendo todo lo que él ha sufrido y, a la vez, recordando todo lo que a mí mismo me ha traído a este lugar. Y quizás sea precisamente eso lo que el autor pretende con esta novela: que nuestros males pasados se junten con los suyos en un concierto de rock y que, al final, nosotros salgamos en volandas de allí.

Si El guardián entre el centeno es tu libro de cabecera, no dudes ni un instante en leer Cosas que los nietos deberían saber, si te gusta el buen rock americano, Cosas que los nietos deberían saber; si te gusta la gente que se ríe de sus propios problemas, Cosas que los nietos deberían saber, si crees que tu vida no puede ser peor, Cosas que los nietos deberían saber y, sobre todo, si de verdad disfrutas leyendo, Cosas que los nietos deberían saber.



1 comentario:

  1. Muchas gracias por la recomendación, desde abogados agradecemos que nos hayas dejado la recomendación, pinta muy muy bien.
    Desde luego, los escritores que consiguen trasmitir una filosofía de la vida con gracia, son los mejores.
    Un Saludo

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