Os
sorprenderá que en pleno 2019 reseñe una novela publicada en 2012,
pero nunca he sido un lector que siga la literatura siguiendo un
orden cronológico y, además, es que lo he releído. No llego a
recordar exactamente cómo llegó a mi cabeza este libro, pero sí
que en cuanto supe de qué iba se convirtió en mi prioridad máxima
de lectura. Lo compré y lo leí y me marcó muchísimo y, ahora,
años después, me he decidido a releerlo principalmente porque mi
actual proyecto literario tiene mucho de esta novela de Mikkel
Birkegaard.
Para
culminar mi determinación a reseñar esta novela, durante su
relectura me dio por buscar qué decía la crítica actual sobre el
libro y me encontré horrorizado. Solo malas críticas al libro en sí
y elogios al escritor, y es que realmente Mikkel Birkegaard es un
gran escritor, o lo era, porque también he descubierto que tras Los
crímenes de un escritor imperfecto no hay nada más sobre dicho
autor. ¿Dónde está? ¿Qué ha sido de él? Y, lo más importante,
¿sigue escribiendo? En las webs en español la información es
prácticamente nula. Se habla de sus dos publicaciones, la ya
mencionada y Libros de Luca -que tiene una mejor crítica,
todo sea dicho de paso, pero que no he leído-, y nada más. Se
pierde su rastro. Supongo que en Dinamarca habrá más información
sobre él y puede que incluso haya vuelto a publicar, pero que no
haya traspasado las fronteras, o al menos eso espero.
En
cuanto al libro, digamos de forma breve de qué va: Frank Fons es un
escritor de novela negra muy detallista en cuanto a las formas de
morir de sus protagonistas y con una vida un poco caótica -podría
decirse que tiene una vida de autor habitual realmente-. Justo un día
antes de publicar su última novela, aparece un cadáver que sigue a
la perfección el asesinato que él mismo había perpetrado en su
novela. Podría ser casualidad, pero al hablar con un amigo suyo que
trabaja en el cuerpo de policía, todos los detalles concuerdan. Y
así empieza una especie de caza de brujas en las que el protagonista
intenta, por un lado, que el lanzamiento de su nueva novela salga
adelante sin problemas, que nadie se entere de qué ha ocurrido y,
además, de intentar esclarecer los hechos. Todo esto mientras nos va
contando cómo ha llegado al punto en el que está desde el día que
se decidió a hacerse escritor, allá por su adolescencia.
No
quiero contaros nada del final pero es verdad que es el punto más
importante de esta novela y el motivo de que muchísima gente casi
odie Los crímenes de un escritor imperfecto: casi una
treintena de páginas muy gráficas, llenas de sangre, miembros
cercenados y sufrimiento para diluirse en lo que parece un Deus ex
machina pero que en realidad no lo es. Durante la novela, aunque
no nos demos casi cuenta, se nos está preparando. El autor nos
cuenta su vida y vemos cómo los acontecimientos que están dándose
lugar nos guían a un solo posible final. Es algo confuso porque,
claro, el libro está catalogado como novela negra, pero yo la
clasificaría como ficción realista, pues la historia que se cuenta
podría darse sin duda en cualquiera de las ciudades del mundo y,
además, tiene un toque fantástico que hace que el lector no llegue
a creer que pudiera cruzarse con una situación así en su vida.
El
protagonista, Frank Fons, es un personaje claramente identificable y,
aunque es verdad que los personajes secundarios están más diluidos,
sus papeles también son más bien secundarios. ¿Mi opinión?
Teniendo en cuenta que la historia está contada en primera persona y
que el último capítulo es el único que se cuenta en presente, lo
más coherente para mí es que el protagonista lo está viviendo todo
desde una enfermedad mental y que es ésta la que procura toda la
situación. Claro que Mikkel Birkegaard no habla de posibles
problemas mentales en todo el libro, pero viendo todo lo que ocurre a
lo largo de él, podría serlo sin duda.
En
definitiva, para mí, Los crímenes de un escritor imperfecto
no es novela negra, no es un libro más, sino que es una novela de un
nivel altísimo y que debería reconocerse de una forma más
académica si cabe. No recomendada a estómagos sensibles porque es,
realmente, muy gráfica. Pero si buscas un libro diferente, con
técnicas narrativas bien escogidas y que no te deje casi ni dormir,
Los crímenes de un escritor imperfecto, de Mikkel Birkegaard,
es para ti.
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