Elementales y Cambiantes
llegó a mí mucho antes de llegar a mis manos. Cuando conocí a su autora, Marina
Tirado, yo la conocí como Esperanza Fernández y fue el primer día del Máster de
Escritura Creativa que tuve el placer de compartir con ella y mucha gente más
en Sevilla en el curso 2014-2015. Ella nos contó, cuando se nos dio a conocer,
que ya tenía una novela terminada y otra en proceso y era ésta primera novela
la que le había llevado a la fama en una plataforma virtual llamada Wattpad. Durante
el devenir del Máster, Esperanza se encargó de enviar sus dos primeras novelas
a varias editoriales y, al final, fue Martín, de Ediciones EnHuida, quién
decidió publicarlas. Elementales y
Cambiantes llegó a mi casa poco después de su presentación en Sevilla, y
fue precisamente en la presentación de mi novela cuando conseguí la ansiada
dedicatoria de mi amiga.
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martes, 8 de noviembre de 2016
jueves, 11 de junio de 2015
Holi
Hola a todo el mundo.
Supongo que la mayoría de mis lectores actuales ya me conocen. Supongo que el número de lectores actuales en mi plantilla de fans se puede contar con los dedos de una mano. Pero suponer es una tontería, no sirve de nada. Así que empezaré por el principio.
Cuando nací mis padres decidieron llamarme Javier Pavón Amo (Pavón y Amo no lo eligieron ellos, eran sus apellidos). Después de una infancia turbulenta, me decidí por estudiar Publicidad y RRPP en la Universidad de Málaga sin otro motivo que el aburrimiento. Ya hablaremos otro día del aburrimiento, pero en este caso la fórmula fue sencilla: buscaba una carrera en la que fuera a divertir tanto en clase como fuera del aula. Y me decidí por la publicidad.
Después me vi expuesto a esta odisea llamada paro que reina en este hermoso país en el que todo el mundo quiere vivir y en el que muy pocos viven de verdad. El resto sobrevivimos como podemos. Fue ahí cuando descubrí que lo que de verdad me gustaba a mí era leer. Leer y escribir. Descubrí que no se me daba mal eso de juntar unas palabras con otras para formar frases medianamente legibles y con una ortografía a la altura de un tipo universitario. Así que decidí hacer el Máster de Escritura Creativa de la Universidad de Sevilla. La mejor decisión que he tomado en mi corta, pero muy intensa, vida. Así que he aprendido bastante sobre literatura y sobre escribir y leer.
Por tanto, en este blog no sólo encontrarás gilipolleces, que es lo que más abunda en esta cabeza de tamaño desproporcionado que sujeta mis hombros, que va. También encontrarás relatos, reseñas sobre literatura (sin base científica ni nada, gusto propio y algún que otro dato de interés espero), datos interesantes relacionados con la cultura en general y supongo que alguna vez se me irá la olla y os colaré algún poemita, un breve teatro o incluso algún ensayo tonto sobre alguna tontería.
Para acabar esta presentación me gustaría remitirme al que para mí es el mayor pensador de la historia y hacerlo citando una de sus frases célebres: "joróbate, Flanders".
Gracias por estar aquí y bienvenid@
Javier Pavón Amo
miércoles, 11 de marzo de 2015
Sobre el autor
Javier Pavón Amo nació en Baena, Córdoba. Bueno, nací, porque esta entrada, al igual que todo en este blog, lo escribo yo, por lo que será más coherente que os hable de mí mismo en primera persona. Total, que allá voy.
Soy Javier Pavón Amo, y lo he sido desde que nací un día de San Juan hace veintipocos años, guiño guiño. En el centro de Andalucía, pues mi pueblo está en to'mitad, crecí haciendo lo que hacen los demás niños: comer, beber, respirar... en fin, ya sabéis, vivir. Total, que cuando llegué a la adolescencia pasé por etapas difíciles como todos a esas edades y decidí ampararme en los libros, primero instigado casi por obligación y luego porque me enamoré de lo que un buen puñado de letras te podía hacer sentir.
Y así conocí a muchos de mis grandes amigos hoy en día: Dan Brown, que aunque se discuta de su calidad, la verdad es que es, al menos a mi modo de ver las cosas, muy grande; Martin, aunque a éste le tengo un poco de rencor por su tranquilidad ante la inacabada serie y el odio que le tiene a los personajes que gustan; Borges, al que admiro y admiro otra vez, del que podría tirarme horas hablando y leyendo e investigando, el Dios de El Aleph; y, bueno, hay muchos más pero creo que por destacar solo me queda García Márquez, que escribió lo que es para mí la mejor novela de la historia, Cien años de soledad (no he leído el Quijote, no) y que elevó el realismo mágico a la categoría de recurso de tal nivel que solo unos pocos han podido con él.
Total, que llegó el año de la selectividad y el irse de casa y todas esas cosas que todos deseamos desde un par de años antes, pero con ello llegó un problema bastante gordo: no sabía qué estudiar. Estaba haciendo el Bachillerato Tecnológico porque era el que consideraba más fácil atendiendo a mis aptitudes por la fecha, pero no me gustaban las carreras técnicas para nada. En una búsqueda vaga y rápida, decidí encomendarme a lo que más me aterraba en el mundo por aquellas fechas y que aún ahora lo hace, que es el aburrimiento (sí, yo también he leído ese artículo que dice que los psicópatas se caracterizan por estar prácticamente siempre aburridos). Así que decidí hacer una carrera que me ofreciera emociones fuertes y me decanté por Publicidad y Relaciones Públicas ya que no tenía cuerpo ni ganas de meterme en el ejército pese a que eso sí que me habría proporcionado emociones fuertes que te cagas. Estudié y acabé la carrera con la convicción de que me encantaba, pero a sabiendas que en ninguna de mis ideas de futuro me veía trabajando en una agencia de publicidad o en una de relaciones públicas, aunque sí que me llamaban los gabinetes de comunicación y los medios, pero eso es otra película.
Acabé la carrera y pasé un año de fealdad importante, con mis ánimos visitando a los cocodrilos de las alcantarillas neoyorkinas y con mi autoestima congelada con Walt Disney. Busqué y busqué y, al final, encontré a lo que quería dedicarme para siempre (4ever para mis lectores de la época Tuenti): a escribir. Durante la carrera había abierto un blog (Chettosblog) en el que escribía reflexiones de adolescente crudo aún y locuras que se me pasaban por la carrera, pero nunca había considerado que quizás podría dedicarme a escribir. Pero sí, ya estaba seguro de que quería dedicarme a ser escritor y vivir de las letras, pese a que este camino empezara, si puedes recordarlo, en las ciencias más técnicas. Así que me apunté al Máster de Escritura Creativa de la Universidad de Sevilla con la firme convicción de que mi expediente no estaba a la altura para ser uno de los treinta afortunados que se sentaran en la Sala de Juntas aquel 5 de Noviembre de 2014, pero de repente estaba allí, con una gente estupenda y mi vida cambió.
Durante este año he aprendido muchísimo: de escritura, de lectura, de reescritura, de amistad, de la gente y, sobre todo, de mí, y ya os digo de antemano que por mucho que escriba sobre mí, conocerme es más que complicado. Y, bueno, cuando acabé el Máster, además de tener una novela en el bolsillo y que algunas editoriales están leyendo (La libertad de un gorrión), un grupo de amigos escritores que son la hostia y un blog colaborativo con ellos (L'as cagao Lorrie Moore), también tengo mi blog personal, que es este, y, bueno, lo que ya tenía antes, que es mi twitter y mi instagram y mi facebook.
Espero que con esto me hayáis conocido un poquito y que tengáis ganas de lo que nos espera a partir de ahora, que auguro emocionante. Un besi ;)
Javier Pavón Amo
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