jueves, 14 de enero de 2016

La mujer de Isla Negra

No hay Navidad que abra mis regalos y no me encuentre con un libro, al menos, desde hace tantos años que ni me acuerdo. Sí, es verdad que normalmente los títulos los elijo yo, pero hay veces que me sorprendo. Este año no ha sido el caso, pues el paquete incluía un libro que yo mismo había pedido: La mujer de Isla Negra, de María Fasce.
Nadie me había hablado del libro, ni lo había visto en librerías, ni nada por el estilo. Facebook, esa maravillosa Red Social llena de opiniones y demás, me sorprendió con la portada de un libro misterioso y con un extracto que me conmovió. Aún hoy, después de haberlo leído entero, no logro recordar exactamente qué fragmento me conmovió lo suficiente como para desear esta novela con tanta fuerza.

El libro llegó y en dos días se acabó. Antes de abrirlo no sabía ni de qué iba. De hecho, pensaba que era un libro de crímenes que tanto me gustan, y de hecho me esperaba un libro más extenso, pero los mejores perfumes se guardan en frascos pequeños.
María Fasce me enganchó, desde un primer momento, con una prosa ligera y profunda, casi poética, y con unas imágenes llenas de fuerza provenientes de Chile. ¿Quién era Pablo Neruda para mí antes de leer esta novela? Desde luego, una persona completamente diferente a la que es hoy.
Elisa y su madre, Raquel, llegan a Isla Negra a trabajar en la casa de Pablo Neruda y su mujer, Delia. Delia, qué delicia de personaje. Desde Enma Bovary no recuerdo un personaje femenino que me hubiera llamado tanto la atención. Basada en hechos reales, la novela cuenta con una atmósfera poética más allá de la que el propio poeta creaba ya en su vida.
Pero no es una historia linda, ni mucho menos, La mujer de Isla Negra cuenta una historia dura, de una niña que se hizo mujer lejos de su madre, en un lugar extraño, con un hombre extraño como la mayoría de los escritores son y con las idas y venidas de la mejor compañía que tenía en el pueblo: Delia.
La historia de Elisa me ha conmovido de tal manera que, en dos días que he tardado en leer la novela, me he sentido parte de ella y he reído, llorado y sufrido con la pequeña, luego adolescente y después mujer Elisa.
Obviamente, como os podéis haber imaginado, esta novela la recomiendo a todo el mundo, aunque hay un target que quizás se ajuste más y que pueda disfrutar aún más de este maravilloso escrito: lectores comunes, amantes de los grandes escritores y que quieren saber más de sus vidas, poetas y aspirantes a poetas, fans de Neruda y detractores del mismo. Pablo no es más que el protagonista en segundo plano de la novela, pero también se consigue conocerlo en ella.

Gracias, María Fasce, por una novela tan grande en un formato tan pequeño. 


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