No hay Navidad que abra mis regalos y no me
encuentre con un libro, al menos, desde hace tantos años que ni me acuerdo. Sí,
es verdad que normalmente los títulos los elijo yo, pero hay veces que me
sorprendo. Este año no ha sido el caso, pues el paquete incluía un libro que yo
mismo había pedido: La mujer de Isla Negra, de María Fasce.
Nadie me había hablado del libro, ni lo había visto
en librerías, ni nada por el estilo. Facebook, esa maravillosa Red Social llena
de opiniones y demás, me sorprendió con la portada de un libro misterioso y con
un extracto que me conmovió. Aún hoy, después de haberlo leído entero, no logro
recordar exactamente qué fragmento me conmovió lo suficiente como para desear
esta novela con tanta fuerza.
El libro llegó y en dos días se acabó. Antes de
abrirlo no sabía ni de qué iba. De hecho, pensaba que era un libro de crímenes
que tanto me gustan, y de hecho me esperaba un libro más extenso, pero los
mejores perfumes se guardan en frascos pequeños.
María Fasce me enganchó, desde un primer momento,
con una prosa ligera y profunda, casi poética, y con unas imágenes llenas de
fuerza provenientes de Chile. ¿Quién era Pablo Neruda para mí antes de leer
esta novela? Desde luego, una persona completamente diferente a la que es hoy.
Elisa y su madre, Raquel, llegan a Isla Negra a
trabajar en la casa de Pablo Neruda y su mujer, Delia. Delia, qué delicia de
personaje. Desde Enma Bovary no recuerdo un personaje femenino que me hubiera
llamado tanto la atención. Basada en hechos reales, la novela cuenta con una
atmósfera poética más allá de la que el propio poeta creaba ya en su vida.
Pero no es una historia linda, ni mucho menos, La
mujer de Isla Negra cuenta una historia dura, de una niña que se hizo mujer
lejos de su madre, en un lugar extraño, con un hombre extraño como la mayoría
de los escritores son y con las idas y venidas de la mejor compañía que tenía
en el pueblo: Delia.
La historia de Elisa me ha conmovido de tal manera
que, en dos días que he tardado en leer la novela, me he sentido parte de ella
y he reído, llorado y sufrido con la pequeña, luego adolescente y después mujer
Elisa.
Obviamente, como os podéis haber imaginado, esta
novela la recomiendo a todo el mundo, aunque hay un target que quizás se ajuste
más y que pueda disfrutar aún más de este maravilloso escrito: lectores
comunes, amantes de los grandes escritores y que quieren saber más de sus
vidas, poetas y aspirantes a poetas, fans de Neruda y detractores del mismo.
Pablo no es más que el protagonista en segundo plano de la novela, pero también
se consigue conocerlo en ella.
Gracias, María Fasce, por una novela tan grande en
un formato tan pequeño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario