Hola a todo el mundo. Ya sé que es una hora bastante inusual para publicar, pero es que mi vida no para de subir y bajar de formas inesperadas como si de una montaña rusa se tratara. Así que me está siendo complicado escribir y publicar, tanto aquí como en la página de Facebook.
Pero bueno, el martes publiqué para L'as cagao Lorrie Moore un poema bastante íntimo y que mi querida Lidia Rodsan ha calificado de dulce y vulnerable. "Jengibre" es lo que os propongo hoy y, recordad, la poesía fue concebida para ser leía en voz alta.
Espero que lo disfrutéis.
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Mientras llueva afuera,
siempre estaré a tu lado.
Mientras siga la tormenta,
no creeré tus palabras,
me quedo con la sinceridad,
que ni esconder puede
tu mirada.
Que ya le gustaría al oro
valer tanto como el tiempo,
y más vale el tuyo, el nuestro,
el mío a tu lado. Mis guantes
me queman, cuando te toco
con ellos. Mis ojos
destellan cuando te miro,
como yo te miro,
como nadie me mira.
Me dices que no te quiera,
que no vales para mí,
y tus ojos me dicen: espera,
no te vayas nunca, no.
¿Qué debo creer, si
ya ni la luna me habla,
ni el jengibre me amarga,
ni la piña me gusta?
Solamente tú.
Dime qué hacer, cuando
me digo de huir
y mis pies no pueden
levantarme del suelo.
Yo ya lo sé.
Te diré que
cuando el cerebro y el corazón
se ponen de acuerdo,
no hay nada que hacer,
ni que decir,
ni que sentir,
pues la decisión está tomada.
Pásame el té,
que me quedo aquí,
para siempre,
y afuera que no pare,
que no pare de llover.
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