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miércoles, 6 de marzo de 2019

Burbuja


Dijeron que tus besos eran veneno,
dijeron que tus ojos hacían piedra,
dijeron que tus manos rompían almas,
dijeron y dijeron, pero no oí nada.

lunes, 14 de enero de 2019

Sino.



«Siente cómo el aire
entra en tus pulmones y sale
rozando tus labios.»
No es para nada fácil.

martes, 20 de noviembre de 2018

Voces de sal, de Macarena Miranda Cordero.


La vez que descubrí que Macarena Miranda Cordero sería una gran escritora fue durante una de las primeras clases del Máster de Escritura Creativa que ambos cursamos en Sevilla durante el curso 2014/15 y del que también salieron autores ya publicados como Óscar Soria, Marina Tirado y Adriana Tejada. En uno de los ejercicios de clase, tomaron, como ejemplo, el texto que Macarena había escrito y su estilo me encandiló. Y es que Macarena siempre ha tenido un estilo muy identificable y que la lleva de maravilla a los lugares más fantásticos jamás imaginados.

lunes, 29 de octubre de 2018

Ordesa, de Manuel Vilas.

 Llevo 45 minutos delante del ordenador, con la hoja de Word en blanco, intentar encontrar la forma de empezar a hablar de Ordesa, de Manuel Vilas. Y es que este libro tiene tanto que es imposible ponerle un punto de partida. Primero me lo recomendó la persona con la sensibilidad más bonita que conozco y, dos días después, lo hizo mi poetisa favorita. No podría ser casualidad y, por tanto, Ordesa se metió de lleno en mi lista de deseos.

martes, 23 de octubre de 2018

La ventisca que se llevó un andamio.


El ocaso de la semana me pilla aquí,
viendo cómo el cielo se cae tras la ventana,
tecleando palabras que no ayudan a nadie,
trabajando con resaca.
Mientras, mis ojos se fijan en la otra esquina,
donde alguien teclea, como yo,
de tal forma que no puedo dejar de mirarle;
me acuerdo de aquel mensaje.
Mi cuerpo me pide abandonarme a la comodidad,
mi mente vuela hacia aquellos ojos,
¿dónde estás? me pregunto,
la respuesta es que no aquí.
Un relámpago me devuelve tu cara,
una canción tu silencio y el suyo;
sueño que no puedo alcanzar nada,
despierto y puedo levantarme.
Mientras le veo mirar por la ventana,
cómo la ventisca sacude la ciudad,
yo le pienso y te pienso a ti también:
maldito mensaje que cuatro años atrás,
puso inicio a mi final.


miércoles, 17 de octubre de 2018

Lila Pálido.



Precipitaba sus lágrimas la nube,
hecha azul.
Se callaron los amarillos canarios,
volaron a se guarecer.
¿Por qué lloras?
Horas interminables, cambios; cambios.
La incertidumbre duerme conmigo
y se hace ansia.
Dónde voy, qué quiero; dudas, dudas.
Busco sin saber y así no encuentro.
Eres agua, me dices.
Te contesto: soy pregunta.
Veo tus ojos del color del sol;
brillan, brillan.
Acaricias mi mano con las tuyas,
respiro, huelo, escucho, te escruto.
¿Eres respuesta?
Sonríes, me levanto; lila pálido.
Ante la evidencia das paz,
ese es mi veredicto.




jueves, 14 de diciembre de 2017

Hipótesis.

Sí, soy yo. Soy yo quien te mira desde el otro extremo de la oficina, como si nunca hubiera visto otra persona en el mundo, o como si sí que lo hubiera hecho pero tú fueras la primera que realmente veo desde aquella vez. Sí, es exactamente eso, y me das miedo porque mi espalda está encorvada del peso que ya lleva. ¿Qué ocurrirá si te digo “hola”? Quizás ni respondas. ¿Y si respondes con otro “hola”? ¿Qué diré yo entonces? Quizás no sepa que decir.

He inventado mil estratagemas e ideas para intentar acercarme a ti, pero a veces incluso creo que soy yo mismo el que no quiere hacerlo. Porque de querer, ya lo habría hecho, ¿no crees? Eso cree todo el mundo. Yo no. Pienso que si no lo hago es porque tengo miedo. Siempre he tenido miedo, ¿sabes? Y ahora mi principal miedo eres tú, porque puedas ser aquella otra persona que una vez vi en este mundo, porque quizás seas incluso mejor y, si no merecí aquello, ¿cómo voy a merecerte a ti? 

lunes, 2 de octubre de 2017

Para escribir cuando no estés.

Para escribir cuando no estés es mi primera antología de relatos, basada en “el arte del olvido, el dolor y la escritura como punto de fuga”, publicada con Editorial Donbuk el día 29 de septiembre de 2017 y que incluye un precioso prólogo escrito por Manuel Espejo Jurado, autor de Sabes que... La tienda de zapatos.

Sinopsis:
«Sabía que algún día te irías mucho antes de que te fueras. No eres alguien más, has sido, eres y serás el todo, la unión de todas las personas que pasaron por mi vida dejando huella en mi alma: mi abuelo, mi amigo búlgaro, mi primo, mi madre… Eres todos ellos y a la vez no eres nadie, porque ya no estás, porque no volverás a estar.
Te escribiré un poema asesino, pelearé con mi conciencia para aprender a predicar mi vulnerabilidad, te mataré en mis escritos, llegará la Navidad, el frío, y no volverás.

Por todo esto este libro te pertenece y es para ti, seas tú o seas otra persona, porque, al final, tanto yo como todos los escritores del mundo, algún día tendremos que aprender no a desenfrenar nuestra pluma y caminar, sino a escribir cuando no estés.»

sábado, 4 de febrero de 2017

De que las casualidades no existen

Llevo un par de noches soñando con Inglaterra, con Dog&Partridge y con todas las personas que pasaron por mi vida en aquella época. Me vi a mí, vestido con mi camiseta del Chelsea, entrando en la recepción, donde David, mi antiguo jefe, se reía de mí mientras él vestía su camiseta del Liverpool; después me acompañó a la cocina, pero me hizo esperarme en el pasillo, donde teníamos los cubiertos, el frigorífico de los postres y los carritos del desayuno, y él entró en la cocina diciendo que había un cliente muy especial aquella noche que quería conocer al jefe de cocina, Andriyan. Mi amigo Andriyan. Entré en la cocina y nos abrazamos y me arrepentí de haber dejado aquel lugar. Pero al final solamente había sido un sueño.

jueves, 24 de noviembre de 2016

La Gelba, de Adriana Tejada Cuadrado

Adriana Tejada, mi amiga Adri, siempre, desde que la conocí, demostró ser una mujer fuerte y, además, poderosa, y por eso no me es de extrañar hoy que su primera novela, La Gelba, sea como es. Como ocurrió con Óscar Soria y Marina Tirado, yo conocí a Adriana en el Máster de Escritura Creativa de la Universidad de Sevilla y ella es la cuarta de nuestra promoción que publica su primer trabajo con Ediciones Enhuida.

lunes, 14 de noviembre de 2016

Mi media galleta, de Óscar Soria

Hace ya más de un año que Mi media galleta llegó a mis manos. Fue una noche de Octubre. Me moví a Málaga, donde mi compañero del Máster y amigo, Óscar, iba a presentar su primera novela, la primera de alguien de nuestra promoción, la primera de alguien a quien conocía, la primera presentación de un libro a la que iba. Óscar, grandilocuente como él es, montó una presentación divertidísima en un bar del centro de Málaga, donde coincidí con varios compañeros más del Máster y echamos un rato muy agradable. Él me firmó mi ejemplar y volví a casa.

domingo, 25 de septiembre de 2016

Malta

Mi padre un día me dijo: « ¿está loco un hombre que corre desnudo por un desierto?». Aquel día no supe que contestar, pero hoy, que me encuentro en la utópica tesitura que él me planteó, me respondo a mí todo el tiempo, a la vez que le contesto a él, esté donde esté: sí, un hombre que corre desnudo por un desierto está completamente loco.
Nada a mi izquierda, nada a mi derecha, no sé en qué dirección corro, ni lo que busco, ni por qué estoy desnudo. Quizás no esté aquí, o sí. El calor es de verdad, eso por lo menos lo sé.

lunes, 29 de agosto de 2016

Al Joker no le gustan las piñas.

El día que todos descubrimos que al Joker no le gustan las piñas hacía mucho frío, más de lo habitual. El cinco de enero de 2015, en la Cárcel de Alhaurín de la Torre, todos los presos estábamos en el patio, charlando. Algunos jugaban unos leoncitos en la portería pintada en la pared del fondo con el balón que un día unos niños extraviaron al embarcarlo dentro de la propiedad, otros fumaban en una esquina escudriñando el horizonte, intentando encontrar una manera de salir de aquí física o mentalmente, o alguna esperanza para aguantar un día más, o un milagro; algo, en definitiva. El resto, los que éramos demasiado viejos para algo así, preferíamos estar sentados y charlar.
El Joker, don Javier de Santamaría González, uno de nuestros veteranos, estaba a tan solo dos meses de la ansiada libertad y, obviamente, el tema central de conversación era su inminente salida y de los proyectos de futuro que podría tener.

viernes, 1 de julio de 2016

Mundos, y Sevilla.

−No me etiquetes. Odio las etiquetas.
− ¿A qué te refieres?−, pregunté yo, dando un trago a mi Corona.
−El mundo está lleno de etiquetas. ¿Por qué? No lo entiendo. Las etiquetas lo que hacen es limitarlo todo, y no comparto eso para nada. Si buscas en un diccionario la definición de hombre, encontrarás “persona del sexo masculino”, y si buscas mujer, encontrarás “persona del sexo femenino”. Para mí, las palabras hombre y mujer son etiquetas, y la verdadera esencia se encuentra en la similitud que hay en ambas definiciones. Personas. La palabra persona engloba a todos los seres humanos con capacidad de razonar, de sentir, de vivir.

miércoles, 8 de junio de 2016

Manías

Una cuchara que gira, que torna,
ruidosamente en un vaso.
Alguien que sorbe, nervioso,
una interminable taza de té.
Frutos secos que crujen al chocar
contra una dentadura sana.
Las risas y alboroto que unas chicas,
jóvenes, livianas, producen cerca.

sábado, 28 de mayo de 2016

Grajos

Grajos es un poema que escribí hace tiempo modificando el famosísimo poema del gran Pablo Neruda, el vigésimo poema de su libro Veinte poemas de amor y una canción desesperada, que podéis leer en la biblioteca virtual Ciudad Seva en el siguiente enlace. Espero que os guste mi versión y que sigáis al tanto de las noticias que iré dando por facebook y por twitter


martes, 17 de mayo de 2016

Fuerte

Al principio de las cosas, la fuerza fue considerada como un sinónimo de vigor, robustez y capacidad para mover algo o a alguien que opone resistencia; después, se le añadió a ésta la acepción de aplicación del poder físico o moral. Aunque también se dijo de la fuerza que era la capacidad para soportar un peso o resistir un empuje, la virtud y eficacia natural que las cosas tienen en sí, el acto de obligar a alguien a que asienta a algo o a que lo haga, el estado más vigoroso de algo como la juventud, el amor o la vida, el acto de forzar, la causa capaz de modificar el estado de reposo o de movimiento de un cuerpo, o de deformarlo, la resistencia, y, además, la gente de guerra y demás aprestos militares. Y sí, podríamos creernos cualquiera de estas acepciones, significados, explicaciones. Pero yo he visto la fuerza de verdad y no es ninguna de éstas.
La fuerza se materializó en sus manos en forma de callos por las horas de lucha con la fregona. La fuerza se hizo presente en su espalda doblándola por luchar a diario. La fuerza apareció en su cabeza en forma de migraña, precio a pagar por trabajar veinticuatro horas diarias siete días a la semana. La fuerza se deshizo de su juventud y de su alegría de vivir, la fuerza se apoderó de sus amistades, de los cafés al sol y de los bailes en las casetas de feria.
La fuerza, en verdad, y siendo ésta la única acepción verdadera, o que yo aceptaré como verdadera desde hoy en adelante, no es otra cosa que el precio a pagar por las cosas. El precio a pagar por los sueños, el precio a pagar por los errores, el precio a pagar por el amor. Y su fuerza fueron sus hijos, mis hermanas y yo.
Porque, para ella, qué más daban los callos en las manos, el dolor de cabeza y las innumerables contracturas en la espalda, si, al volver a casa, veía sus sueños hechos realidad. Tres niños, fuertes, sonrientes, que esperaban ansiosos a su madre, vigorosos, valientes y, sobre todo, fuertes. La fuerza es hereditaria. Ella la heredó de su madre y, a su vez, se la transmitió a sus hijos. Mi abuela era fuerte, mi madre es fuerte, yo seré fuerte.
Mamá, ¿por qué haces esto?, le pregunto, a sabiendas que no es rentable una vida deslomada como la que ella lleva, porque es un hecho que unos años no va a poder mover su cuerpo y su cabeza va a estar tan cansada que ni recordar mejores días podrá. Y ella, como siempre, sonríe, me mira, y me dice que si lucha es por nosotros, por su sueño. Y su sueño no es otro que vernos a nosotros tres felices, haciendo de nuestros sueños una realidad y que su ejemplo nos guíe en la dirección correcta. Y lo consigue.

Mi madre es fuerte para que yo sea fuerte, y yo soy fuerte porque ella me ha hecho fuerte y porque merece que lo sea. 


-FIN-

sábado, 13 de febrero de 2016

Humo


Cantos de la sirena que lloró ayer,
el reloj que paró, tiempo faltó,
dulce camino con azules piedras,
escrita está tu faz en mi muñeca.
Barcos de aquel papel que no volaron,
golondrinas sin alas, patas rotas,
te llamaré cuando la luz del alba,
futuro oscuro, fe ciega y vetusta. 




jueves, 28 de enero de 2016

Jengibre

Hola a todo el mundo. Ya sé que es una hora bastante inusual para publicar, pero es que mi vida no para de subir y bajar de formas inesperadas como si de una montaña rusa se tratara. Así que me está siendo complicado escribir y publicar, tanto aquí como en la página de Facebook
Pero bueno, el martes publiqué para L'as cagao Lorrie Moore un poema bastante íntimo y que mi querida Lidia Rodsan ha calificado de dulce y vulnerable. "Jengibre" es lo que os propongo hoy y, recordad, la poesía fue concebida para ser leía en voz alta. 
Espero que lo disfrutéis. 
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jueves, 14 de enero de 2016

La mujer de Isla Negra

No hay Navidad que abra mis regalos y no me encuentre con un libro, al menos, desde hace tantos años que ni me acuerdo. Sí, es verdad que normalmente los títulos los elijo yo, pero hay veces que me sorprendo. Este año no ha sido el caso, pues el paquete incluía un libro que yo mismo había pedido: La mujer de Isla Negra, de María Fasce.
Nadie me había hablado del libro, ni lo había visto en librerías, ni nada por el estilo. Facebook, esa maravillosa Red Social llena de opiniones y demás, me sorprendió con la portada de un libro misterioso y con un extracto que me conmovió. Aún hoy, después de haberlo leído entero, no logro recordar exactamente qué fragmento me conmovió lo suficiente como para desear esta novela con tanta fuerza.