domingo, 5 de noviembre de 2017

Patria, de Fernando Aramburu.

Llevaba mucho, muchísimo tiempo hincarle el diente a Patria, de Fernando Aramburu, pero hasta hace relativamente poco no pude. Hace un año alguien me dijo que alguien se lo había recomendado, que hablaba de ETA y que creía que era un libro que me iba a gustar mucho. Lo apunté en mi lista de pendientes. Al final conseguí la versión epub, porque desde que vivo en Sofía no considero práctico cargar con kilos de libros cada vez que viajo a casa, y lo preparé, pero ante la extensión que le sabía, lo fui postergando hasta hace relativamente poco tiempo, ¿un mes, quizás?

Es verdad que he tardado en leerlo y es que mis hábitos de lectura están un poco oxidados, teniendo en cuenta que cada día paso 8 horas y media leyendo mensajes y teniendo en cuenta que últimamente me había acostumbrado a novelas cortas, de dos horas de extensión, y que casen con mis próximos proyectos.


Patria ha ganado el Premio Ramón Rubial de 2016, el Premio Francisco Umbral al Libro del Año en 2017, el Premio de la Crítica de 2017, el Premio del Club Internacional de la Prensa de 2017, el Premio Euskadi de Literatura en Castellano de 2017 y, para culminar esta lista, el Premio Nacional de Narrativa de 2017. Y todo esto antes de que yo lo leyera. De hecho, HBO va a llevar a cabo una serie adaptando la novela. No os voy a mentir: normalmente los libros tan premiados en un año me abruman, pues en la actualidad los premios literarios poco tienen que ver con la literatura, y si me decidí a leer Patria fue más por el tema que trataba que por los premios que ya cosechaba, pues eso me echaba un poco para atrás.

Patria es una delicia de libro. Fácil de leer, ágil y, sobre todo, contundente. Aramburu sabía lo que quería con su novela: mostrar al mundo los horrores que tanto las víctimas como los que participaron de ETA vivieron, y lo hace de una forma que deberían aprender muchos periodistas: sin partidismos. En ningún momento se ve una inclinación a uno u otro bando, ni mucho menos. Es pura novela de la experiencia, en la que todos los personajes principales están construidos de una manera asombrosa y donde, al final, llega la paz.

No tiene un final sorprendente Patria, ni mucho menos. No es un libro que contenga giros sorprendentes, ni tampoco que incluya intriga ninguna. Es una historia lineal, contada con un uso muy interesante de los saltos espacio-temporales y que, si engancha, es por lo original de su prosa.

Y aquí llegamos a lo que creo es el punto más importante de Patria. Como escritor, cuando leo un libro siempre busco algunas claves importantes y, sin duda, la que primero busco es el narrador. ¿Quién narra Patria? Me costó casi la mitad del libro llegar a una conclusión, porque es, el narrador, un ente muy interesante en esta novela: de primeras parece ser un narrador externo omnisciente, pero, por frases, se mezcla con el pensamiento de los protagonistas de cada capítulo, llegando a un simbionte de, en la misma oración, un narrador externo omnisciente y un narrador en primera persona. «Nerea agitó brevemente la mano en señal de despedida antes de meterse dentro del taxi. Su madre, en el tercer piso, oculta tras el visillo, desvió la mirada. Se veía una amplia franja de mar por encima de los tejados, el faro de la isla de Santa Clara, nubes tenues a lo lejos. La mujer del tiempo había anunciado sol. Y ella, ay, qué vieja me estoy haciendo, volvió a mirar la calle y el taxi ya se había perdido de vista Aunque en éste párrafo apenas se atisba bien lo que os estoy explicando del narrador de Patria, creo que se puede entrever a lo que me refiero, y es que éste párrafo es del primer capítulo, para no dar información de más a nadie. Como digo, me costó mucho tiempo encontrar una razón de ser a éste narrador hasta que, al fin, casi de una forma serendípica,se me presentó una idea. Patria es un libro que habla de la ETA y del sufrimiento de las personas que vivieron aquella situación y el narrador no podría ser otro que el propio sufrimiento, el dolor. Eso lo explicaría todo: el dolor está fuera de los personajes y lo sabe todo (narrador externo omnisciente) pero, a la vez, es parte de cada uno de los protagonistas (narrador en primera persona) y de ahí la magistral combinación que Fernando Aramburu utilizó para narrar su magnífica historia. Quizás me equivoque, pero ésta teoría me parece bastante acertada y, a la vez, dota al libro de Aramburu de un nivel de literatura alto.

Desde luego que Patria entra fuerte en mi lista de novelas favoritas, sobre todo en la sección de autores españoles, y casi considero pocos los premios que ha recibido y todo el reconocimiento que Fernando Aramburu está consiguiendo con ella.

Si pudiera pedirle algo más a mi historia con Patria sería, sin duda, poder, algún día, sentarme con su autor y hablar de literatura.






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