Mostrando entradas con la etiqueta dolor. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta dolor. Mostrar todas las entradas

lunes, 2 de octubre de 2017

Para escribir cuando no estés.

Para escribir cuando no estés es mi primera antología de relatos, basada en “el arte del olvido, el dolor y la escritura como punto de fuga”, publicada con Editorial Donbuk el día 29 de septiembre de 2017 y que incluye un precioso prólogo escrito por Manuel Espejo Jurado, autor de Sabes que... La tienda de zapatos.

Sinopsis:
«Sabía que algún día te irías mucho antes de que te fueras. No eres alguien más, has sido, eres y serás el todo, la unión de todas las personas que pasaron por mi vida dejando huella en mi alma: mi abuelo, mi amigo búlgaro, mi primo, mi madre… Eres todos ellos y a la vez no eres nadie, porque ya no estás, porque no volverás a estar.
Te escribiré un poema asesino, pelearé con mi conciencia para aprender a predicar mi vulnerabilidad, te mataré en mis escritos, llegará la Navidad, el frío, y no volverás.

Por todo esto este libro te pertenece y es para ti, seas tú o seas otra persona, porque, al final, tanto yo como todos los escritores del mundo, algún día tendremos que aprender no a desenfrenar nuestra pluma y caminar, sino a escribir cuando no estés.»

domingo, 25 de septiembre de 2016

Malta

Mi padre un día me dijo: « ¿está loco un hombre que corre desnudo por un desierto?». Aquel día no supe que contestar, pero hoy, que me encuentro en la utópica tesitura que él me planteó, me respondo a mí todo el tiempo, a la vez que le contesto a él, esté donde esté: sí, un hombre que corre desnudo por un desierto está completamente loco.
Nada a mi izquierda, nada a mi derecha, no sé en qué dirección corro, ni lo que busco, ni por qué estoy desnudo. Quizás no esté aquí, o sí. El calor es de verdad, eso por lo menos lo sé.

lunes, 29 de agosto de 2016

Al Joker no le gustan las piñas.

El día que todos descubrimos que al Joker no le gustan las piñas hacía mucho frío, más de lo habitual. El cinco de enero de 2015, en la Cárcel de Alhaurín de la Torre, todos los presos estábamos en el patio, charlando. Algunos jugaban unos leoncitos en la portería pintada en la pared del fondo con el balón que un día unos niños extraviaron al embarcarlo dentro de la propiedad, otros fumaban en una esquina escudriñando el horizonte, intentando encontrar una manera de salir de aquí física o mentalmente, o alguna esperanza para aguantar un día más, o un milagro; algo, en definitiva. El resto, los que éramos demasiado viejos para algo así, preferíamos estar sentados y charlar.
El Joker, don Javier de Santamaría González, uno de nuestros veteranos, estaba a tan solo dos meses de la ansiada libertad y, obviamente, el tema central de conversación era su inminente salida y de los proyectos de futuro que podría tener.

miércoles, 22 de junio de 2016

De las galletas y lo que le siguen.

Buenos días, gilipollas. Este relato lo escribí originalmente para L'as cagao Lorrie Moore, y lo podéis leer en el siguiente enlace. Espero que os guste. 
_______________________________________

martes, 17 de mayo de 2016

Fuerte

Al principio de las cosas, la fuerza fue considerada como un sinónimo de vigor, robustez y capacidad para mover algo o a alguien que opone resistencia; después, se le añadió a ésta la acepción de aplicación del poder físico o moral. Aunque también se dijo de la fuerza que era la capacidad para soportar un peso o resistir un empuje, la virtud y eficacia natural que las cosas tienen en sí, el acto de obligar a alguien a que asienta a algo o a que lo haga, el estado más vigoroso de algo como la juventud, el amor o la vida, el acto de forzar, la causa capaz de modificar el estado de reposo o de movimiento de un cuerpo, o de deformarlo, la resistencia, y, además, la gente de guerra y demás aprestos militares. Y sí, podríamos creernos cualquiera de estas acepciones, significados, explicaciones. Pero yo he visto la fuerza de verdad y no es ninguna de éstas.
La fuerza se materializó en sus manos en forma de callos por las horas de lucha con la fregona. La fuerza se hizo presente en su espalda doblándola por luchar a diario. La fuerza apareció en su cabeza en forma de migraña, precio a pagar por trabajar veinticuatro horas diarias siete días a la semana. La fuerza se deshizo de su juventud y de su alegría de vivir, la fuerza se apoderó de sus amistades, de los cafés al sol y de los bailes en las casetas de feria.
La fuerza, en verdad, y siendo ésta la única acepción verdadera, o que yo aceptaré como verdadera desde hoy en adelante, no es otra cosa que el precio a pagar por las cosas. El precio a pagar por los sueños, el precio a pagar por los errores, el precio a pagar por el amor. Y su fuerza fueron sus hijos, mis hermanas y yo.
Porque, para ella, qué más daban los callos en las manos, el dolor de cabeza y las innumerables contracturas en la espalda, si, al volver a casa, veía sus sueños hechos realidad. Tres niños, fuertes, sonrientes, que esperaban ansiosos a su madre, vigorosos, valientes y, sobre todo, fuertes. La fuerza es hereditaria. Ella la heredó de su madre y, a su vez, se la transmitió a sus hijos. Mi abuela era fuerte, mi madre es fuerte, yo seré fuerte.
Mamá, ¿por qué haces esto?, le pregunto, a sabiendas que no es rentable una vida deslomada como la que ella lleva, porque es un hecho que unos años no va a poder mover su cuerpo y su cabeza va a estar tan cansada que ni recordar mejores días podrá. Y ella, como siempre, sonríe, me mira, y me dice que si lucha es por nosotros, por su sueño. Y su sueño no es otro que vernos a nosotros tres felices, haciendo de nuestros sueños una realidad y que su ejemplo nos guíe en la dirección correcta. Y lo consigue.

Mi madre es fuerte para que yo sea fuerte, y yo soy fuerte porque ella me ha hecho fuerte y porque merece que lo sea. 


-FIN-

jueves, 28 de enero de 2016

Jengibre

Hola a todo el mundo. Ya sé que es una hora bastante inusual para publicar, pero es que mi vida no para de subir y bajar de formas inesperadas como si de una montaña rusa se tratara. Así que me está siendo complicado escribir y publicar, tanto aquí como en la página de Facebook
Pero bueno, el martes publiqué para L'as cagao Lorrie Moore un poema bastante íntimo y que mi querida Lidia Rodsan ha calificado de dulce y vulnerable. "Jengibre" es lo que os propongo hoy y, recordad, la poesía fue concebida para ser leía en voz alta. 
Espero que lo disfrutéis. 
__________________________________