Adriana Tejada, mi amiga Adri, siempre, desde que la
conocí, demostró ser una mujer fuerte y, además, poderosa, y por eso no me es
de extrañar hoy que su primera novela, La
Gelba, sea como es. Como ocurrió con Óscar Soria y Marina Tirado, yo conocí
a Adriana en el Máster de Escritura Creativa de la Universidad de Sevilla y
ella es la cuarta de nuestra promoción que publica su primer trabajo con
Ediciones Enhuida.
La novela llegó a mis manos de una forma un tanto
tramposa, pues, ante la imposibilidad de ir yo a su presentación en Sevilla y
teniendo en cuenta que nuestro editor es el mismo, conseguí que ella firmara un
ejemplar y que él me lo mandara tras pedirlo a través de la página de Ediciones
Enhuida en Internet. Y, que conste, mi ejemplar es el primer libro que Adriana
Tejada firma en su vida, y ese honor no me lo puede quitar nadie. Como tampoco
el de haber visto ciertas cosas en la Alameda de Hércules que me guardaré para
cuando me toque dar un discurso sobre toda la vida de esta autora tan especial.
Y es que Adriana no es una chica normal. Ella es,
como he dicho antes, poderosa y saber hacerse valer, y no porque físicamente
sea poderosa con ese metro ochenta de altura y su melena rubia, sino también a través de una forma
llamativa de dar sus opiniones y de hacerse valer. Además, desde el principio
del curso supo defender su forma de escribir y las ideas que le mueven de una
forma sobresaliente. Algún día yo podré entrar en el selecto grupo de amigos
qué de Adriana, pues siendo como es conoce a miles de personas y siempre tiene
alguien en su chistera que sufrió una situación parecida a la que esté
ocurriendo en el momento de la conversación, y desde hace tiempo ese es uno de
mis objetivos vitales.
En cuanto a La
Gelba, os diré que es una novela de fácil y agradable lectura, ágil en su
composición, con capítulos cortos en su mayoría y con un lenguaje llano aunque
repleto de vocabulario técnico, algo obvio teniendo en cuenta que va de
vikingos. ¿Qué no lo sabíais? Adriana es una gran apasionada de la mitología
nórdica y de los vikingos, y por eso su primera novela es sobre el tema. Su
protagonista, Gelba, es una vikinga que, para los que conozcamos a Adriana, se
le parece y mucho. Gelba, hija del rey de Gellken, se inmiscuye en una misión
plagada de peligros y aventuras variopintas para recuperar un valioso objeto
que traerá paz de nuevo a su ciudad natal. Acompañada de un viajero
extravagante llamado Stian, del esclavo con el que mantiene relaciones y sus
mejores hombres, Gelba viaja al corazón de Europa y descubrirá lo que es el
amor.
Para mí, la primera experiencia en el mundo vikingo
que tengo me ha resultado bastante gratificante y, de hecho, me ha dejado con
ganas de saber más. La Gelba, de
Adriana Tejada Cuadrado, es una novela ligera, para aquellas personas amantes
de la mitología nórdica y que gusten de leer un buen libro siempre que pueden,
como yo, y también para aquellas personas que no son asiduas a leer pero que
les gustaría engancharse a este hobby que para muchos es más un estilo de vida.
Para adquirir vuestro ejemplar de La Gelba, podéis recurrir a vuestra
librería habitual, alguna de las asociadas a Ediciones EnHuida y a la página
web de la propia editorial, aquí: https://www.edicionesenhuida.es/producto/la-gelba/
Además, si quieres saber más sobre Adriana Tejada,
no dejes de seguir su blog personal: https://adrianatejadaescritora.wordpress.com/
Sinopsis: «Gelba Rolfadóttir es la hija del rey de Gelken.
Una vikinga enviada a por Yunn, una espada mágica creada por el dios Thor y con
una oscura maldición a sus espaldas. Sin miedo, cumplirá su misión cueste lo
que cueste.
Su compañía, unos pocos hombres de su confianza, su
amante esclavo y un oportuno viajero llamado Stian.
Su objetivo, adentrarse en las profundidades de la
tierra, enfrentándose a los dioses, para averiguar la verdad y así salvar a
quienes más les importan.
Una novela de fantasía en la que te adentrarás con
un grupo de vikingos y tomarás el timón de un drakar cruzando Europa. Una
aventura solo para los más valientes en la que dioses, vikingos, elfos y
maldiciones se dan la mano.»
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